sábado, 4 de enero de 2014

O4 Enero



Demi nos dice:

Durante el funeral de mi papá, y cuando atravesaba un torbellino de emociones, me acordé de esta cita que me ayudó mucho a sobrellevar esta experiencia. En el pasado hubiera bebido, me hubiera encerrado en mí misma o hubiera buscado cualquier forma posible para no sentir dolor. A menudo la gente trata de olvidar las penas con sustancias, pero se necesita más coraje para atravesar el fuego con  los pies descalzos. En vez de mitigar el dolor consumiendo drogas o alcohol, me dejé invadir por todas las emociones. Fue una época muy difícil de mi vida, pero no cerrarme al dolor, a la desesperación, me ayudó a despejar el camino para celebrar su vida y me permitió comenzar a curarme de una forma saludable y verdadera.

Meta: Permítete experimentar eso que intentas alejar de ti. Llama a una persona amiga y comparte tus sentimientos con ella.


Opinión personal:

 Recuerdo cuando falleció mi abuelo. En aquel entonces tenía ocho años y fue una etapa muy difícil, quizá se deba a que no conozco a mi papá y el era la única figura paterna en casa. Era un ejemplo a seguir, de verdad que lo admiraba. Me costó mucho trabajo superarlo. Siempre fui una niña hiperactiva, extrovertida, segura de mí misma. Cuando el falleció, siento que una parte de mí se fue con el. Me convertí en una niña insegura, desconfiada, introvertida y más tranquila. Fue un cambio radical. En aquel entonces también me cambiaron de escuela y todo era un mundo nuevo. Demasiada información que procesar. Pasaron muchos años para que por lo menos regresara a esa pequeña niña que vivió dentro de mí.

Cuando tenía 17 años falleció mi abuela. Cursaba cuarto semestre de preparatoria y aunque no sufrí tanto su pérdida porque de cierta manera hubo una preparación a su muerte. Ella estaba muy enferma y durante toda su enfermedad, fui capaz de acompañarla junto con mi madre. Fue una etapa complicada. Había mucha tensión en casa, problemas entre mis familiares y en ocasiones era muy difícil estar en casa. La mayor parte del tiempo estaba con mi novio y me ayudó muchísimo, porque me distraía un poco de lo que sucedía, pero al regresar a casa, era regresar a la realidad. 
En ese tiempo crecí y maduré, me hice más fuerte. Y agradezco a mi ahora ex novio y mis amigos por estar ahí, apoyándome cuando más los necesite. Doy gracias a Dios por ello.

Es importante exteriorizar nuestros sentimientos, sobre todo en esos momentos cuando estamos pasando por un mal momento. Siempre hay un amigo o amiga que está dispuesto (a) a escucharnos y mitigar el dolor. No es necesario hacer uso de alcohol o drogas para resolver nuestros problemas.

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