30 Enero

Demi nos dice:

"Puede que los palos y las piedras rompan sus huesos, pero las palabras, los insultos, pueden inducirla al suicidio".

-Anónimo

La gente dice que los palos y las piedras pueden quebrar huesos, y que los insultos no hacen daño, pero nada está más lejos de la verdad. A veces las palabras ocasionan más daño que cualquier dolor físico. Todavía me duelen las cosas tan horribles que me dijeron hace años. Recuerdo haberle dicho a mi mamá que hubiera preferido que me golpearan en lugar de escuchar esas palabras envenenadas que cambiaron mi vida para siempre.

Meta: Sal en defensa de alguien que está siendo acosado en la escuela o el trabajo. Recuérdate a ti misma y a otros cuan poderosas pueden ser las palabras. Y cuando te dirijas a otros, elige bien las palabras.

Opinión personal:

Escuchar esta frase me recuerda a todo lo que Demi ha sufrido e imagino que no fue fácil enfrentarse en la escuela a esas personas que la atacaban. 

Cuando iba en la primaria, muchas niñas hablaban mal de mí porque obtenía buenas calificaciones y era muy responsable. Nunca tuve una relación de amistad con nadie gaste que cursé 6º grado. Puedo decir que no soy igual que otras niñas. No me gustan las fiestas, no me gusta tomar, ni fumar, mucho menos drogarme. Me gusta leer, bailar hip-hop, ver películas y estar con mi familia. No es como que sea un fenómeno andante, pero muchas de las chicas de mi edad consideran que soy una persona aburrida. Y por ello, han hablado mal de mí.

Por ahí he escuchado la forma en que mi ex-novio se expresa de mí y aunque he tenido muchas ganas de decirle lo que opino, me he callado. Considero que no debo engrandecer a un "tonto" (por no decir una grosería), así que hago caso omiso a sus palabras. No las necesito. Sé quien soy y cuanto valgo. El nunca llegó a conocerme de verdad, así que sus palabras no son de mucha importancia, pero si molesta que hable de mí como si fuera cualquier cosa.

"Amigas" también se han expresado mal de mí, sin embargo, intento ser prudente. No vale la pena enfrentarse a personas que no te conocen ni entienden razones. Tampoco tienes que pelearte con medio mundo, nunca sabes cuando puedes necesitarlos. Aclaro, no es necesario ser hipócrita. No cruces la línea de amabilidad e hipocresía.

Los golpes no solucionan nada. Las palabras son poderosas, así que piensa bien antes de hablar, nunca sabes lo que puedes ocasionar con ellas.